El concepto se basa en utilizar la madera no solo como revestimiento, sino también como un telón de fondo teatral que se despliega a lo largo de todo el departamento. Al ingresar a la estancia principal, un lambrín de madera cubre el techo alto, pero se mantiene separado, generando un efecto escenográfico.
En las áreas más privadas, la altura del techo disminuye, y la madera asume un papel distinto. Aquí, el contacto directo con ella crea una atmósfera cálida e íntima. La madera moldea los espacios de manera funcional, adaptándose con fluidez a las necesidades diarias de la familia.
El mármol travertino aparece como un acento en puntos clave del diseño, sin restarle protagonismo a la madera. La combinación de ambos materiales genera un contraste equilibrado, donde la textura y el color natural del mármol complementan la calidez de la madera, logrando una armonía tanto visual como táctil.
El resultado es un espacio atemporal, diseñado para una familia joven.